EXPOSICION A AGENTES BIOLOGICOS
Se
entiende por exposición a agentes biológicos la presencia de estos en el
entorno laboral que implica el contacto de dichos agentes con el trabajador por
cualquiera de las vías de entrada al organismo.
Los
riesgos debidos a la presencia de agentes biológicos en el lugar de trabajo
son objeto de análisis del presente documento tanto si dicha presencia está
originada por la actividad laboral como si es consecuencia de deficiencias en
el diseño, montaje, mantenimiento y uso de las instalaciones, de los locales o
de los espacios en los que estén situados los lugares de trabajo, o de las condiciones
ambientales existentes.
En este
texto se establece un conjunto de disposiciones que serán de aplicación en
actividades en las que los trabajadores estén o puedan estar expuestos a
agentes biológicos. Es conveniente resaltar que dichas disposiciones, que
constituyen un conjunto de actuaciones suficientes para garantizar el control
del riesgo, son las que, desde un punto de vista legal, se consideran mínimas
para alcanzar los objetivos propuestos y, por tanto, punto de partida para la
mejora continuada de las condiciones de trabajo y la obtención del máximo grado
de protección de los trabajadores.
En este
sentido se hace referencia a la exposición o posible exposición a agentes
biológicos. Se pueden distinguir dos situaciones:
1.
Exposición derivada de una actividad laboral con intención deliberada de utilizar
o manipular un agente biológico, lo que constituye el propósito principal del
trabajo. Es decir, el cultivo, la manipulación o la concentración de agentes
biológicos ya sea a niveles industriales o experimentales, o con fines de
investigación, comercial o terapéutico.
Son
actividades de este tipo: los laboratorios de diagnóstico microbiológico, las
instituciones y laboratorios de investigación (sobre los propios agentes
biológicos o sobre sus efectos a través de su uso en animales deliberadamente
infectados), las industrias biotecnológicas (farmacéutica, alimentaria,
etc.), así como aquellas actividades que utilizan agentes biológicos para la
biodegradación de grasas, la depuración de efluentes o la recuperación de
suelos contaminados.
2.
Exposición derivada de una actividad laboral que no implica una intención
deliberada de utilizar o de manipular un agente biológico, pero que puede
conducir a la exposición. En estos casos se trata de una exposición potencial a
agentes biológicos ya que la exposición es incidental al propósito principal
del trabajo. Los agentes biológicos no forman parte del proceso productivo,
pero pueden ir asociados al mismo debido a la naturaleza de la actividad
(sanitaria, contacto con animales, etc.) o a las condiciones en que se
desarrolla la actividad (temperatura, humedad, disponibilidad de nutrientes,
etc.), que favorecen su proliferación.
En
consecuencia, el empresario deberá garantizar el cumplimiento de temas tales
como: principios de la acción preventiva, plan de prevención de riesgos
laborales, evaluación de los riesgos y planificación de la actividad
preventiva, equipos de trabajo y medidas de protección, información, consulta y
participación de los trabajadores, formación de los trabajadores, medidas de
emergencia y vigilancia de la salud, temas que en el ámbito de aplicación están
limitados a los riesgos derivados de la exposición a agentes biológicos
durante el trabajo.
DEFINICIONES
A efectos
de entendimiento del presente trabajo se entenderá por:
Agentes biológicos: microorganismos, con inclusión de los
genéticamente modificados, cultivos celulares y endoparásitos humanos,
susceptibles de originar cualquier tipo de infección, alergia o toxicidad.
Infección: comprende
el proceso de colonización y multiplicación de un agente biológico en un
organismo vivo, ya sea tejido, líquido corporal o en la superficie de la piel
o de las mucosas, pudiendo causar una enfermedad.
Cuando la
infección está provocada por endoparásitos se denomina infestación.
Alergia: reacción
del sistema inmunitario inducida por ciertas sustancias denominadas alérgenos
o sensibilizantes que, en caso de exposición laboral, se manifiesta.
Principalmente con alteraciones en el sistema respiratorio como son: la
rinitis, el asma o la alveolitis alérgica.
Toxicidad: efecto
relacionado con ciertos microorganismos o, más concretamente, con la presencia
de una o varias toxinas producidas por algunos agentes biológicos. Se pueden
distinguir tres tipos de toxinas:
- - Exotoxinas:
son moléculas bioactivas, general mente proteínas, producidas y liberadas por
bacterias, en su mayoría Gram positivo, durante su crecimiento o durante la
lisis bacteriana. Generalmente están asociadas a enfermedades infecciosas.
Algunos ejemplos son la toxina botulínica y la tetanospasmina, neurotoxinas
producidas por la bacteria Clostridium botulinum y C. tetani, respectivamente.
- - Endotoxinas:
son componentes de la pared celular de las bacterias Gram negativo, que pueden
pasar al ambiente durante la división celular o tras la muerte de las
bacterias.
- - Micotoxinas:
son metabolitos secundarios producidos por algunos hongos (por ejemplo
Aspergillus, Penicillium y Fusarium) bajo determinadas condiciones de humedad y
temperatura. Entre las más relevantes se encuentran las aflatoxinas o las
ocratoxinas.
CLASIFICACION DE LOS AGENTES BIOLOGICOS
En este
punto se proporcionan los criterios para la clasificación de los agentes
biológicos en cuatro grupos atendiendo exclusivamente al riesgo de infección
que suponen para personas sanas y no tiene en cuenta los riesgos alérgicos y
tóxicos, también considerados en la definición de agente biológico.
La
inclusión en cada grupo viene determinada por las propiedades intrínsecas del
agente biológico: la patogenicidad (virulencia y dosis infectiva) de la especie
microbiana en humanos, el peligro para los trabajadores, la facilidad de
propagación y la existencia o disponibilidad de tratamiento eficaz.
En la
tabla se muestran las características de los distintos agentes biológicos para
su clasificación dentro de un grupo de riesgo determinado.
Según los
criterios establecidos, los agentes biológicos que no causan enfermedad por infección
se consideran incluidos en el grupo 1. Se trata en general de microorganismos
ambientales, asociados a vegetales o que forman parte de la flora microbiana
normal de animales y humanos (por ejemplo, diferentes especies de los géneros
Micrococcus, Streptococcus, Bacillus, Staphylococcus, Lactobacillus), así como
microorganismos que se utilizan en los procesos de elaboración de alimentos
(por ejemplo, Saccharomyces ce-revisiae, S. pastorianus, Mycoderma cerevisiae,
etc.).
Es
conveniente recordar que, aunque no causen infección, algunos de los
microorganismos de este grupo pueden causar alergias o producir sustancias
tóxicas, con efectos que van desde irritaciones hasta posibles efectos
cancerígenos.
OBLIGACIONES Y ACTUACIONES DEL EMPRESARIO
En
concreto, la evaluación de riesgos, que es un proceso posterior a la
eliminación de los riesgos evitables, tiene como objetivo obtener la
información necesaria para tomar una decisión apropiada sobre la necesidad de
adoptar medidas preventivas y, en tal caso, sobre el tipo de medidas que se
deben adoptar.
La
eliminación de los riesgos evitables corresponde efectuarla, preferentemente,
en las fases de concepción y diseño de la actividad laboral, tratando de evitar
en lo posible las condiciones que permiten el asentamiento y favorecen el
desarrollo de agentes biológicos y, en consecuencia, evitando que puedan llegar
a darse situaciones de riesgo para la salud y seguridad de los trabajadores.
En primer
lugar es necesario determinar la presencia, o posible presencia, de agentes
biológicos en el lugar de trabajo, ya que esta circunstancia puede suponer un
riesgo que es necesario evaluar. La presencia de un agente biológico puede
ocurrir siempre que se produzca alguna de las siguientes circunstancias:
· - Se utiliza
o manipula en el proceso laboral o en sus actividades, de las que forma parte y es objeto principal del trabajo.
·
- No se
utiliza ni se manipula en el proceso laboral, pero puede estar infectando
personas, animales o colonizando materiales y liberarse al ambiente en el
transcurso de la actividad laboral.
· - Penetra
desde el exterior por alguna vía (aire, agua, etc.). En este caso, la presencia
de estos agentes en el lugar de trabajo, que puede depender de la zona (rural,
urbana, etc.), la climatología o la estación del año, se debe entender como
presencia de niveles significativamente superiores a los que son habituales en
el aire exterior, lo que indica colonización y proliferación del agente en el
lugar de trabajo.
En las
actividades con intención deliberada de utilizar agentes biológicos su
presencia es evidente puesto que el agente biológico forma parte esencial del
proceso.
Sin
embargo, en las actividades sin intención deliberada de utilizar agentes
biológicos, determinar su presencia es más complejo. En esta situación es fundamental
disponer de información sobre los siguientes aspectos (lista no exhaustiva): el
tipo de actividad laboral desarrollada, los agentes biológicos típicamente
asociados a esa actividad (presencia teórica), los materiales implicados en el
proceso productivo, los procedimientos y los equipos de trabajo utilizados en
el mismo y las características de las instalaciones y del lugar de trabajo.
Al
término del proceso de análisis de esta información es posible que aún exista
incertidumbre sobre la presencia de los agentes biológicos. Frente a este
factor de incertidumbre, la evaluación se debe realizar atendiendo al
principio de precaución, es decir, dando por segura la presencia de los agentes
biológicos.
Si, como
resultado de esta etapa, se establece sin lugar a duda que en el desarrollo de
las tareas no se identifica el factor de riesgo “exposición a agentes biológicos”,
se dará por concluido el proceso de evaluación de riesgos por exposición a
agentes biológicos. No obstante, como cualquier actividad laboral, seguirá sometida
a las exigencias generales en materia de prevención de riesgos laborales y
aquella normativa específica que le fuera de aplicación.
Identificada
la presencia o posible presencia de agentes biológicos en el lugar de trabajo,
y antes de valorar el riesgo de exposición a los mismos, se ha de intentar
eliminar este riesgo, y solamente cuando dicha eliminación no sea factible se
continuará con el proceso de evaluación. Por lo tanto, la evaluación de riesgos
por exposición a agentes biológicos es un proceso que se inicia tras la
identificación de los factores de riesgo (presencia o posible presencia de
agentes biológicos) y para aquellos riesgos que no se han podido evitar.
La
evaluación de riesgos debe determinar la naturaleza (agente biológico y grupo
al que pertenece), el grado (cantidad manipulada/concentración ambiental de
agentes biológicos) y la duración (tiempo que el trabajador está expuesto a
una determinada cantidad/concentración) de la exposición.
La
metodología de evaluación de riesgos será distinta en función de la forma en
que se materialice el daño.
En ese
sentido se pueden distinguir dos situaciones de exposición:
1 - La
infección ocurre tras la existencia de un accidente laboral, por ejemplo:
cortes o pinchazos con material o instrumentos contaminados, mordeduras,
arañazos, picaduras de insectos, etc. En estos casos, el accidente es
habitualmente declarado, investigado y con causas casi siempre conocidas.
- La infección,
alergia o toxicidad es fruto de una exposición laboral similar a las que tienen
lugar en el ámbito de la higiene industrial cuando se trata de agentes
químicos, en las que el agente contaminante puede estar presente en el ambiente
en concentraciones indeterminadas, pudiendo o no causar daño en la salud de
los trabajadores.
En
actividades con intención deliberada de utilizar agentes biológicos la
evaluación de riesgos será relativamente sencilla porque se conocen los
agentes utilizados y sus características; además, su localización, la cantidad
y los procedimientos de trabajo para su manipulación están bien determinados
así como los riesgos de exposición. El proceso de evaluación será, pues, similar
al seguido para la evaluación de riesgos por exposición a agentes químicos, y
debe permitir, teniendo en cuenta que los agentes biológicos son conocidos y su
presencia voluntaria en determinado punto del proceso:
a)Conocer
la identidad de los agentes biológicos (género y especie) utilizados y su
clasificación, en función del riesgo de infección, en uno de los cuatro grupos definidos;
b) determinar los focos de contaminación; c) conocer la cantidad de agentes
biológicos presentes en el proceso; d) valorar la probabilidad de contacto
entre el trabajador y el agente; e) definir las estrategias para la reducción
de riesgos, y f) valorar la efectividad de las medidas preventivas adoptadas.
Cuando se
trata de actividades sin intención deliberada de utilizar agentes biológicos,
el proceso de evaluación es más complejo ya que algunos de los puntos que se
deben considerar quedarán bajo la forma de probabilidades. Es importante
obtener la mayor información posible sobre la exposición, a fin de poder
adoptar las medidas preventivas más adecuadas atendiendo a la actividad
realizada.
Con este
objetivo es importante conocer la “cadena de infección”, que describe la
secuencia de pasos en la transmisión de un agente biológico: proliferación, liberación
al ambiente y contacto con el trabajador. Este conocimiento permitirá
seleccionar e implantar las medidas preventivas adecuadas con el fin de
impedir el contacto del agente biológico con el trabajador.
Esta
cadena de transmisión consta de varios eslabones o etapas:
• - El
reservorio. Es el medio físico (suelo, agua, otro ser vivo, etc.) donde un
agente biológico encuentra las condiciones favorables para su desarrollo.
Constituye el foco de contaminación.
° - Conocer
en qué punto o momento del proceso la proliferación de los agentes biológicos
se puede ver favorecida es fundamental para poder valorar la magnitud del
riesgo y adoptar las medidas preventivas más eficaces para su control.
• - La
exposición del trabajador al agente biológico. Viene caracterizada por la
dispersión del agente biológico, es decir, por las posibles formas o soportes
en los que el agente biológico puede pasar del reservorio al ambiente (por
ejemplo: formación de bioaerosoles) o por el acceso del trabajador al mismo.
• - El
mecanismo de transmisión del agente biológico. Es el mecanismo por el que el
agente biológico resulta infeccioso. Así, por ejemplo, la bacteria Legionella
pneumophila es infecciosa por vía aérea mientras que el virus de la hepatitis B
lo es por vía parenteral. Algunos agentes biológicos pueden ser infecciosos
por varias vías.
• - La vía
de entrada al organismo. Las distintas formas o vías de exposición
son: inhalatoria, dérmica, digestiva o parenteral. La probabilidad
de efecto será más elevada cuando coincida el mecanismo de transmisión con la
vía de entrada al organismo. En general, la exposición por vía inhalatoria es
la más frecuente e importante por ser consecuencia directa de la contaminación
del ambiente de trabajo por aerosoles que contienen agentes biológicos.
• - El
trabajador. Es el último eslabón de la cadena. La gravedad de las consecuencias
tras la exposición dependerá de la patogenicidad del agente biológico, de la
dosis y de la susceptibilidad individual del trabajador.
La
prevención de los riesgos mediante actuaciones encaminadas a romper la cadena
de infección será tanto más eficaz cuanto más arriba de la cadena se integre,
es decir, será más eficaz la actuación sobre el foco origen de la contaminación
que sobre el medio de propagación y está mejor que la actuación sobre el
trabajador.
Dado que
no se dispone de límites de exposición profesional para estos agentes, no se
establece una metodología cuantitativa para la valoración de la exposición. Por
lo tanto, la medición sistemática y rutinaria de los agentes biológicos no es
imprescindible para determinar la magnitud del riesgo.
En
actividades con intención deliberada de utilizar agentes biológicos, y frente a
la exposición a agentes infecciosos, la medición ambiental, como herramienta
para la valoración del nivel de riesgo, no suele tener excesivo interés, ya que
las condiciones de confinamiento en que se deben manipular los agentes biológicos
permiten un control eficaz del riesgo de exposición. Sin embargo, sí supone una
herramienta eficaz para verificar que no existen “fugas” del agente biológico
fuera de su confinamiento físico primario.
En
actividades sin intención deliberada de utilizar agentes biológicos, y
principalmente en aquellas con una potencial exposición a agentes biológicos
con efectos alérgicos y tóxicos, la determinación ambiental puede ser de
utilidad para lo siguiente:
1) Comprobar
la presencia de determinados agentes biológicos en el lugar de trabajo, 2)
identificar fuentes de contaminación, 3) conocer la intensidad de la
exposición y del riesgo de exposición por inhalación y 4) verificar la eficacia
de las medidas preventivas adoptadas en cada situación. En cualquier caso, no
se debe considerar una evaluación cuantitativa de los riesgos de exposición ya
que, como se ha comentado, no existen valores límite de exposición profesional
con los que comparar los resultados obtenidos.
Por lo
tanto, la medición ambiental puede permitir:
°
caracterizar, mediante los perfiles de contaminación (identificación de
especies microbianas mayoritarias), los agentes biológicos asociados a
distintos sectores de actividad.
• - reconocer posibles focos de contaminación en un proceso.
• - establecer valores de fondo representativos de la concentración ambiental de
agentes biológicos, y que puedan ser usados como “nivel de acción o de
actuación”, cuya superación indica que se deben investigar las causas de la
contaminación, su corrección y, si es necesario, la adopción de medidas
preventivas.
• - valorar
la eficacia de medidas preventivas implantadas (por ejemplo: valorar la
eficacia de un procedimiento de limpieza y desinfección).
• - comprobar la efectividad de los sistemas de ventilación general o de los
sistemas de extracción localizada.
SUSTITUCION DE AGENTES BIOLOGICOS
Siempre
que sea técnicamente posible y se disponga de una alternativa científica, se
debe evitar la utilización de agentes biológicos peligrosos para la seguridad
o la salud de los trabajadores, sustituyéndolos por otros agentes que, en
función de las condiciones de empleo y del estado actual de conocimientos, no
sean peligrosos, o lo sean en menor grado.
Esta
medida preventiva de sustitución del agente biológico se debe contemplar ya en
la evaluación de riesgos y, si finalmente no se adopta, se deberá justificar
la imposibilidad técnica o científica por la que no se lleva a cabo.
Este
proceso de sustitución debe aplicarse también a los agentes biológicos no
infecciosos (grupo 1) pero con efectos alérgicos o tóxicos.
Es
evidente que cuando se trate de actividades en las que no existe una intención
deliberada de manipular agentes biológicos seguramente no será posible aplicar
esta medida por lo que respecta a sustituir al agente biológico; sin embargo,
siempre debe contemplarse la posibilidad de sustituir o modificar el proceso,
los equipos o el método de trabajo para eliminar la posible exposición.
REDUCCION DE LOS RIESGOS
Cuando no
sea posible la sustitución del agente biológico ni la sustitución o modificación
del proceso utilizado, la exposición al agente debe ser reducida al mínimo
para garantizar la seguridad de los trabajadores.
En
actividades con intención deliberada de utilizar agentes biológicos, la
seguridad o la bioseguridad se debe conseguir mediante la aplicación de un
conjunto de medidas en las que el objetivo fundamental es la contención, es
decir, la interposición de barreras físicas que impidan el escape o liberación
de los agentes biológicos peligrosos fuera de su confinamiento físico primario,
al ambiente de trabajo y al medio ambiente.
Dichas
medidas se agrupan en tres líneas básicas de actuación:
1.
Técnicas de trabajo (buenas prácticas de trabajo). Consiste en el seguimiento
estricto de unas prácticas de trabajo apropiadas, especificadas en los
procedimientos de trabajo correspondientes, para la manipulación segura de
agentes biológicos, a fin de evitar o minimizar su liberación al ambiente de
trabajo.
2.
Medidas de protección colectiva y de protección individual. Las primeras son de
aplicación sobre el agente, el foco de contaminación y el medio de dispersión,
y su objetivo es evitar o minimizar la liberación del agente contaminante.
Cuando estas medidas no sean suficientes para evitar la exposición, la
actuación debe ser proteger al trabajador mediante el empleo de los equipos de
protección individual.
3. Diseño
y construcción de la instalación. Son medidas que, además de contribuir a la
protección de los trabajadores, tienen como principal objetivo evitar la
liberación o escape fuera de la zona de trabajo de los agentes biológicos
manipulados, ya sean otras áreas o dependencias en que no se manipulan estos
agentes, ya sea al medio ambiente.
Entre las
medidas de protección colectiva tendentes a evitar o minimizar la exposición,
se pueden destacar las siguientes:
Trabajo en sistemas cerrados
Sistema
en el que, por las características de diseño y de funcionamiento, se previene
la liberación del agente biológico contenido en su interior.
Encerramiento o aislamiento del proceso
Se trata
de aislar completamente el agente biológico impidiendo el contacto con el
trabajador y con el ambiente. Como ejemplo de este tipo de protección, se
puede citar el trabajo en cabinas de seguridad biológica.
Extracción localizada
La
extracción localizada permite eliminar el agente biológico en el origen. Esta
medida pretende limitar la dispersión del agente en el ambiente mediante su captura
en las inmediaciones del foco de generación.
Ventilación general por dilución
Esta
medida permite reducir la concentración de los agentes contaminantes mediante
el aporte a los locales de aire libre de los mismos, si bien su eficacia como
medida preventiva es limitada, ya que permite la dispersión del agente en el
local de trabajo. La ventilación por dilución debe garantizar siempre la
renovación mínima requerida del aire.
Limpieza
La
eliminación de la suciedad (fuente de nutrientes para los agentes biológicos)
es, a pesar de su aparente sencillez, una de las medidas preventivas más importantes
para reducir el riesgo. En el proceso de limpieza se puede distinguir la
limpieza propiamente dicha y la desinfección con sus distintos grados que van
desde la inactivación de los agentes biológicos hasta su completa destrucción
(esterilización).
Equipos de protección individual (EPI)
Las
medidas de protección colectiva tendrán siempre prioridad sobre las de
protección individual, y no se debe recurrir a la utilización de los equipos de
protección individual sin respetar el cumplimiento de este conjunto de medidas
de protección colectiva. Las medidas de protección a nivel individual se basan
fundamentalmente en el uso de los EPI.
VIGILANCIA DE LA SALUD DE LOS TRABAJADORES
Los
objetivos de la vigilancia médica de los trabajadores expuestos a agentes
biológicos pueden agruparse en las siguientes categorías: a) la evaluación del
estado de salud; b) la verificación del estado inmunitario y de la vacunación
de acuerdo con el riesgo; c) la identificación de condiciones de salud y
situaciones que pueden suponer una especial sensibilidad; y d) la participación
en el programa de sensibilización y formación.
El
empresario debe garantizar que, integrada en la planificación de la actividad
preventiva, se realiza la vigilancia de la salud específica, que será
voluntaria para el trabajador y requerirá el consentimiento informado, salvo
en las siguientes circunstancias, previa consulta con los representantes de los
trabajadores.
1.
Cuando
así esté establecido en una disposición legal en relación con la protección de
riesgos específicos y actividades de especial peligrosidad.
2.
Para
verificar si el estado de salud del trabajador puede constituir un peligro para
el mismo, para los demás trabajadores o para otras personas relacionadas con
la empresa.
3. Que sea
imprescindible para evaluar los efectos de las condiciones de trabajo sobre la
salud de los trabajadores.
Los procedimientos y objetivos
más importantes de la vigilancia de la salud son los siguientes:
• Registro de la historia clínica y laboral del trabajador en la que se
consignarán, entre otros, los antecedentes de exposición, enfermedades
profesionales o accidentes de trabajo con riesgo biológico; historial de
vacunación (edad adulta e infancia) y quimioprofilaxis recibidas, antecedentes
de enfermedades infecciosas y actividades extra laborales o hábitos de vida
con riesgo de exposición a agentes biológicos (por ejemplo, viajes a zonas endémicas).
•
Evaluación de su estado de salud y, en particular, existencia de condiciones
de salud o situaciones temporales o permanentes que puedan suponer una mayor
susceptibilidad a los agentes biológicos, por ejemplo: dermopatías,
inmunodeficiencias adquiridas o congénitas, medicación, embarazo, etc.
•
Análisis biológicos, si procede, en especial la exploración del estado
inmunitario del trabajador, si se considera indispensable en función del
agente, de las características individuales, de las condiciones de la
exposición y de la posible repercusión en la salud de terceros.
•
Detección precoz de los daños relacionados con la exposición a agentes
biológicos a través de la presencia de síntomas o signos que puedan estar
relacionados con la acción de los agentes biológicos. En
especial, en aquellas situaciones en las que se conozca que ha existido una exposición accidental, como, por ejemplo, el contacto
accidental con fluidos biológicos que pudiesen estar contaminados.
DOCUMENTACION
La
evaluación de riesgos (inicial y periódica) debe quedar documentada,
asegurándose de que esta se encuentra siempre depositada en la empresa y disponible.
Por otro
lado, el empresario está obligado a recoger y disponer de una documentación
completa sobre la metodología utilizada en la evaluación de riesgos y sobre sus
resultados; la utilización de servicios de prevención ajenos no exime al empresario
de esta obligación.
Es
obligación del empresario disponer de una relación nominal actualizada de los
trabajadores expuestos a agentes biológicos de los grupos 3 y 4. Esta relación
nominal se debe complementar indicando el tipo de trabajo (actividad) realizado
y el agente biológico al que están expuestos los trabajadores. Además, se debe
llevar un registro en el que se recojan las correspondientes exposiciones
(operaciones realizadas, frecuencia y tiempo) de estos trabajadores.
Finalmente,
se deben registrar todos los accidentes e incidentes que se hayan podido sufrir
en el que estén implicados agentes biológicos de los grupos 3 y 4. En este
registro se deben anotar todos los detalles del accidente o incidente, así
como las actuaciones llevadas a cabo, las personas involucradas y los
procedimientos de actuación.
INFORMACION Y FORMACION A LOS TRABAJADORES
1. El
empresario adoptará las medidas adecuadas para que los trabajadores y los
representantes de los trabajadores sean informados sobre cualquier medida
relativa a la seguridad y la salud que se adopte. Asimismo, el empresario
tomará las medidas apropiadas para garantizar que los trabajadores y los
representantes de los trabajadores reciban una formación suficiente y adecuada
e información precisa basada en todos los datos disponibles, en particular en
forma de instrucciones, en relación con:
a) Los
riesgos potenciales para la salud.
b) Las
precauciones que deberán tomar para prevenir la exposición.
c) Las
disposiciones en materia de higiene.
d) La
utilización y empleo de ropa y equipos de protección individual.
e) Las
medidas que deberán adoptar los trabajadores en el caso de incidentes y para la
prevención de éstos.
2.
Dicha
formación deberá:
a) Impartirse cuando el
trabajador se incorpore a un trabajo que suponga un contacto con agentes
biológicos.
b) Adaptarse a la aparición de
nuevos riesgos y a su evolución.
c) Repetirse periódicamente si
fuera necesario.
La
formación y la información que el empresario debe proporcionar a los
trabajadores deben estar centradas específicamente en el puesto de trabajo o
función de cada trabajador. Por lo tanto, será distinta según se trate de una
actividad con intención deliberada de manipular agentes biológicos o una
actividad en la que no hay intención deliberada de manipular agentes
biológicos, pero en la que se puede producir la exposición a estos agentes. En
cualquier caso, deben contemplar los riesgos para la seguridad y la salud, las
medidas preventivas y de protección personal y las medidas de actuación frente
a incidentes y su prevención.
La
información sobre las precauciones y medidas adecuadas que deben adoptarse
estará, además, incluida en los procedimientos de trabajo correspondientes.
Otros
aspectos, además de los expresamente mencionados en el artículo, que pueden
requerir una formación e información específica son los siguientes:
• Métodos
de trabajo.
•
Procedimientos de limpieza y desinfección.
• Uso,
inspección y mantenimiento de los equipos de trabajo.
•
Restricciones de acceso y permisos especiales de trabajo. Es conveniente
recordar que también existe riesgo de accidente por deficiencia de oxígeno,
atmósferas explosivas o presencia de gases tóxicos debido a la actividad microbiológica,
por lo que pueden ser necesarias instrucciones de seguridad para el acceso a
espacios de trabajo confinados.
•
Manipulación de residuos y material para la lavandería.
• Uso,
inspección y mantenimiento de EPI.
Debe
transmitirse a los trabajadores todo nuevo conocimiento y además debe
garantizarse la permanente puesta al día de la información y formación.
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